Un acontecimiento literario: los demoledores diarios y cuadernos de una escritora que en vida fue muy celosa de su intimidad.
Patricia Highsmith, que en vida se ganó fama de misántropa y mantuvo un aura de secretismo sobre su vida privada, al morir dejó unos diarios y cuadernos personales guardados entre la ropa en un armario. Su editora, Anna von Planta, se ha sumergido en las más de ocho mil páginas de anotaciones y ha realizado una meticulosa selección, que ahora sale por fin a la luz. Sin duda, un acontecimiento literario.
Aflora aquí la persona detrás de la escritora, con todas sus complejidades y contradicciones. La autora da rienda suelta a contundentes opiniones –no exentas de polémica–, aborda episodios cruciales de su vida y nos permite también adentrarnos en la «cocina» de su universo literario y comprobar que su más célebre creación, el sociópata Tom Ripley, es el fruto destilado de sus demonios interiores.
Estos textos recorren toda la vida de Highsmith, desde su época de estudiante hasta sus últimos años en Suiza, y nos permiten acompañarla en las dudas juveniles sobre su identidad sexual, en las noches sin fin del Greenwich Village neoyorquino de los años cuarenta –de copas con personajes variopintos como Judy Holliday y Jane Bowles–, en los primeros atisbos de su vocación literaria y el temprano éxito de Extraños en un tren –llevada casi de inmediato al cine por Alfred Hitchcock–, en su paso por la colonia de artistas de Yaddo –en compañía de Chester Himes y Flannery O’Connor–, en su prolija y convulsa vida amorosa, en la publicación de su novela de amor lésbico El precio de la sal –después retitulada Carol– con seudónimo para esquivar el escándalo, en su decisión de marcharse a Europa, en su afición al alcohol...
Highsmith, que durante toda su vida se construyó una coraza y una máscara para protegerse y ocultarse del mundo, se las quita ambas en estas páginas y se muestra visceral y descarnada, con una incansable pasión por vivir y escribir: una creadora con un mundo interior tormentoso y una mujer dolorosamente humana.
Un acontecimiento literario: los demoledores diarios y cuadernos de una escritora que en vida fue muy celosa de su intimidad.
Patricia Highsmith, que en vida se ganó fama de misántropa y mantuvo un aura de secretismo sobre su vida privada, al morir dejó unos diarios y cuadernos personales guardados entre la ropa en un armario. Su editora, Anna von Planta, se ha sumergido en las más de ocho mil páginas de anotaciones y ha realizado una meticulosa selección, que ahora sale por fin a la luz. Sin duda, un acontecimiento literario.
Aflora aquí la persona detrás de la escritora, con todas sus complejidades y contradicciones. La autora da rienda suelta a contundentes opiniones –no exentas de polémica–, aborda episodios cruciales de su vida y nos permite también adentrarnos en la «cocina» de su universo literario y comprobar que su más célebre creación, el sociópata Tom Ripley, es el fruto destilado de sus demonios interiores.
Estos textos recorren toda la vida de Highsmith, desde su época de estudiante hasta sus últimos años en Suiza, y nos permiten acompañarla en las dudas juveniles sobre su identidad sexual, en las noches sin fin del Greenwich Village neoyorquino de los años cuarenta –de copas con personajes variopintos como Judy Holliday y Jane Bowles–, en los primeros atisbos de su vocación literaria y el temprano éxito de Extraños en un tren –llevada casi de inmediato al cine por Alfred Hitchcock–, en su paso por la colonia de artistas de Yaddo –en compañía de Chester Himes y Flannery O’Connor–, en su prolija y convulsa vida amorosa, en la publicación de su novela de amor lésbico El precio de la sal –después retitulada Carol– con seudónimo para esquivar el escándalo, en su decisión de marcharse a Europa, en su afición al alcohol...
Highsmith, que durante toda su vida se construyó una coraza y una máscara para protegerse y ocultarse del mundo, se las quita ambas en estas páginas y se muestra visceral y descarnada, con una incansable pasión por vivir y escribir: una creadora con un mundo interior tormentoso y una mujer dolorosamente humana.