Nadar de noche se publicó por primera vez en 1991. Aquí hay cuentos sobre un manipulador ex combatiente de Malvinas traumatizado, que aparentemente perdió la capacidad de hablar en combate; sobre una chica que llora en un avión con esa desesperación de cuando la vida parece demasiado grande e inmanejable; sobre un padre que vuelve para una última conversación en una especie de bienvenida macabra a la edad adulta. Hay algo profundamente argentino en estos cuentos: un no hay futuro resignado, la política metiéndose incluso involuntariamente, las geografías reconocibles y una especie de desdicha particular, una desesperanza sin estridencias donde se mezclan cuentas de banco vaciadas, noches químicas, parejas rotas y piscinas nocturnas.”
Mariana Enriquez
Nadar de noche se publicó por primera vez en 1991. Aquí hay cuentos sobre un manipulador ex combatiente de Malvinas traumatizado, que aparentemente perdió la capacidad de hablar en combate; sobre una chica que llora en un avión con esa desesperación de cuando la vida parece demasiado grande e inmanejable; sobre un padre que vuelve para una última conversación en una especie de bienvenida macabra a la edad adulta. Hay algo profundamente argentino en estos cuentos: un no hay futuro resignado, la política metiéndose incluso involuntariamente, las geografías reconocibles y una especie de desdicha particular, una desesperanza sin estridencias donde se mezclan cuentas de banco vaciadas, noches químicas, parejas rotas y piscinas nocturnas.”
Mariana Enriquez