Este es el estremecedor relato de un grupo de jóvenes tan desesperadamente realistas que no osan siquiera pensar en el futuro: saben que nada o casi nada va a cambiar y se dedican a vivir en un mundo de drogas, violencia, sexo y alcohol. Son los habitantes del lado más oscuro del Edimburgo de los ochenta, capital europea del sida y paraíso del desempleo, la miseria y la prostitución. Entre pico y pico, entre borrachera y partido de fútbol, Rents, Renton, Mark y Spud nos relatan sus experiencias y nos ofrecen sus reflexiones, todas ellas regidas por ese «elixir que da y quita la vida». Cuidado, porque, siguiendo el ritmo vigoroso y el áspero lenguaje de las calles que Welsh despliega admirablemente, es posible que nos sintamos atraídos por sus locuras y, a la vez, por sus agotadores y aburridos días. Catalogada por muchos como novela de culto, la obra constituye sin duda una lectura obligada. Una experiencia literaria que deja sin aliento.
Este es el estremecedor relato de un grupo de jóvenes tan desesperadamente realistas que no osan siquiera pensar en el futuro: saben que nada o casi nada va a cambiar y se dedican a vivir en un mundo de drogas, violencia, sexo y alcohol. Son los habitantes del lado más oscuro del Edimburgo de los ochenta, capital europea del sida y paraíso del desempleo, la miseria y la prostitución. Entre pico y pico, entre borrachera y partido de fútbol, Rents, Renton, Mark y Spud nos relatan sus experiencias y nos ofrecen sus reflexiones, todas ellas regidas por ese «elixir que da y quita la vida». Cuidado, porque, siguiendo el ritmo vigoroso y el áspero lenguaje de las calles que Welsh despliega admirablemente, es posible que nos sintamos atraídos por sus locuras y, a la vez, por sus agotadores y aburridos días. Catalogada por muchos como novela de culto, la obra constituye sin duda una lectura obligada. Una experiencia literaria que deja sin aliento.